¡Hola a todos! después de andar un poco desaparecida del blog, hoy vuelvo para hablarles de una de las ciudades que más ganas tenía de conocer en mi país y la cual pude visitar hace algunas semanas: Mérida.
En esta ocasión les dejaré un pequeño itinerario (el que yo hice) para visitar esta hermosa ciudad colonial en tan solo 3 días:
Día 1. De paseo por la ciudad
El primer día lo dediqué a instalarme y conocer la ciudad. Mérida es una ciudad con gran cantidad de sitios para ver y gran riqueza cultural, por lo que decidí iniciar con lo básico. El centro histórico es un lugar pintoresco y con bellos edificios, algunos de los cuales no puedes dejar pasar son:
- El Palacio Municipal
- La Plazuela Central (¡Aquí no te olvides de probar las tradicionales marquesitas, deliciosas! Yo probé las originales que sólo llevan queso y me encantaron)
- La Catedral
- La casa Montejo (hogar del fundador de la ciudad)
- La Universidad de Yucatán
Todo esto se encuentra prácticamente en la misma zona, por lo que en un par de horas se puede ver todo. Después de esto te recomiendo tomar el turibus que te lleva por la ciudad y te da información de los edificios más emblemáticos, este se toma cada hora frente a la catedral, ahí mismo en el centro histórico.
- Caminar en el Paseo Montejo
Esta larga avenida es el corazón de la ciudad y uno de mis favoritos para recorrer a pie. Mide 5 kms y en ella se encuentran grandes casonas coloniales que datan de la era del Porfiriato, así como museos y restaurantes. Es ideal para caminar y pasear durante el día.
Aquí puedes encontrar una de las sucursales de las nieves típicas y las más famosas de la ciudad: la sorbetería Colón, ¡muy recomendada!
- Comer en la Chaya maya
La chaya maya es probablemente el restaurante más popular para comer en Mérida, y como podrás darte cuenta, algo que al día de hoy los yucatecos ya consideran “demasiado turístico” y no tan bueno. Como buena viajera quise darle la oportunidad y aquí les va mi review:
Para empezar, hay dos chaya mayas, uno muy chiquito que luce más bien como una fondita (este está ubicado en el centro en una esquinita); y el original frente a la plaza Santa Lucía el cual es una casona. A diferencia del primero, este se ve muy elegante, por lo que al principio tuve la duda de si se trataba del mismo lugar. Si vas a comer a alguno, ve al de la casona. Yo fui a los 2 y definitivamente me gustó mucho más el original. La comida es buena y típica, te recomiendo que vayas y pruebes la sopa de lima y el agua de chaya, los highlights del menú.
Y ya que estamos hablando de la Plazuela Santa Lucía:
Si te encuentras en Mérida un jueves (como fue mi caso) otra opción es visitar esta plazuela por la noche, ya que cada jueves se presenta desde hace más de 40 años, la tradicional serenata yucateca, así como bailables folclóricos de la región. Esto se realiza únicamente los jueves a las 9:00 pm en la plaza y no tienen ningún costo.
Día 2. Lugares cercanos a la ciudad
Este segundo día me dirigí a lugares que no están precisamente en Mérida, pero los cuales quedan muy cerca y que valen mucho la pena:
- Por la mañana: visitar las ruinas de Uxmal
¿Qué te puedo decir de este lugar? Aunque las ruinas mayas más populares y conocidas son las de Chichén Itzá, no son las únicas. Todo el sur de nuestro país se encuentra lleno de vestigios de civilizaciones antiguas, en este caso Uxmal fue otra de las ciudades mayas más importantes en su época.
Se encuentra muy cerca de Mérida y es un lugar impresionante. A diferencia de Chichén Itzá, este lugar no es tan turístico y se encuentra en mucho mejor estado. De hecho, puedo decir que al momento es mi sitio arqueológico favorito. El nivel de detalle que maneja en toda su arquitectura es impresionante y es considerado uno de los sitios arqueológicos mejor conservados actualmente.
Además, el hecho de que no te encuentres acosado por enormes cantidades de vendedores dentro del lugar, de verdad es algo que se agradece. Aquí incluso puedes subir a las pirámides, a diferencia de Chichén, que actualmente ya se encuentra mucho más restringido.
- Por la tarde: pasear en pueblo mágico de Izamal
Izamal es uno de los pueblos mágicos más bonitos en los que he estado. Su particularidad es que todos los edificios están pintados de amarillo, además de que tiene la iglesia con el 2do atrio más grande del mundo, sólo después del vaticano en Roma. Fue en este lugar donde el papa Juan Pablo II oficio una misa en el año de 1993 durante su visita a México.
Aunque el pueblo en realidad es pequeño y se puede recorrer rápidamente, en los alrededores se encuentran múltiples sitios arqueológicos que visitar si se cuenta con más tiempo. En mi caso yo sólo fui por la tarde algunas horas, por lo que estuve en el pueblito viendo los sitios principales de interés y comiendo lo que para mí no puede faltar en ningún pueblo mágico: ¡elotes!
Para llegar a Izamal se puede hacer fácilmente en carro, lo cual te llevara alrededor de 45 mins, pero también se puede ir en transporte público ya que hay salidas cada hora a un precio muy económico (alrededor de $50 pesos el viaje redondo).
Día 3. ¡No podían faltar los cenotes!
Aunque Mérida se encuentra relativamente lejos de lugares muy conocidos por sus bellos cenotes tales como Cancún y Tulum, la realidad es que hay miles de cenotes en todo el estado. Muchos de ellos aún desconocidos, por lo que visitar Mérida no es ningún impedimento para disfrutar de estas maravillas naturales.
En mi caso elegí los de Santa Bárbara, un complejo de 3 cenotes vírgenes que se encuentran a 1 hora de la ciudad, en el poblado de Homún.
Los 3 cenotes son bellísimos, y sus características son distintas, ya que uno es abierto, otro cerrado y el último, semi abierto. Para moverte de un cenote a otro hay dos opciones: el truck (que es una carreta jalada con caballos sobre un riel) o en bicicleta (amo andar en bici, así que yo escogí este).
El precio es de $150 pesos por los 3 cenotes y se pueden visitar todos los días.
Muy recomendado ya que tiene un equilibrio entre lo rústico y natural y las comodidades de baños, instalaciones en buenas condiciones y un pequeño restaurante.
Yo lo visité en temporada alta (semana santa) y la verdad es que me sorprendió que no había mucha gente, lo cual me gustó mucho ya que el lugar aún no cobra mucha popularidad.
Por último, y ya para despedirte (muy tristemente) de la ciudad, te recomiendo visitar por la noche el Mercado 60, un lugar para cenar y relajarte. Es un lugar al aire libre con varias opciones gastronómicas, el lugar es muy bonito me gustó mucho la ambientación. Perfecto para cerrar el día con buena comida y buena mixología.
¿Y tú, ya visitaste Mérida?
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