No porque alguna ciudad sea demasiado turística quiere decir que no valga la pena visitarla, y es que creo que aunque algunos lugares están sobre evaluados, hay algunos otros que tienen un encanto tan particular que es imposible pasarlos por alto.

Roma es el ejemplo perfecto de esto. Es una de las ciudades más visitadas del mundo, con numerosos monumentos que son inconfundibles y tan populares que prácticamente te dan una idea de que es lo que vas a encontrar cuando llegues.

Aunque ya había estado en Italia anteriormente, esta fue la primera vez que visité Roma y lo único que puedo decir es que no fue como la imaginaba, fue mucho mejor.

Con todas las características de una gran ciudad, Roma tiene su encanto propio, con ruinas a donde sea que voltees, deliciosa comida por todos lados y el agua de la llave más rica que he probado.

En Roma estuvimos 3 días, nos quedamos en un departamento que conseguimos a través de Airbnb y muy cerca de las paradas de metro de Repubblica y Barberini. Lo mejor fue que llegamos de la terminal al depa caminando, así que si van a viajar en tren les recomiendo buscar algo por esa zona ya que para nosotras la ubicación estuvo perfecta y nos pudimos mover fácilmente.

La verdad es que en Roma hay para hacer mil y un cosas; en mi caso yo no estuve tantos días por lo que tendré que regresar a hacer la mitad de las actividades que me faltaron, sin embargo, algunas de mis recomendaciones serían las siguientes:

Ciudad del Vaticano. Creo que independientemente de la religión que cada uno de ustedes tenga, el Vaticano es un lugar emblemático que merece la pena conocer. Ya sea entrar a la basílica, caminar por la plaza de San Pedro, subir a la cúpula a  tener unas bonitas vistas de la ciudad o visitar el museo del Vaticano y la famosísima capilla sixtina, hay muchas actividades para hacer en esta área que fácilmente les puede tomar 1 día entero.

Yo tuve la suerte de estar en Roma el último domingo del mes, día en que la entrada al museo del Vaticano y a la Capilla Sixtina es gratis, así que si coinciden con esta fecha lo pueden aprovechar.

Comida. Coman TOOOOODO lo que puedan, donde sea y a todas horas jajaja, uno de mis principales motivos para querer ir a Italia fue que me encanta la comida italiana y para una persona como yo que ama comer, no hay nada más feliz que saber que prácticamente todo lo que comas, así sea del puestito de la esquina, te va a gustar.

Nos recomendaron un lugar en la zona de Trastevere (muy padre por cierto) llamado Taverna Trilussa, RIQUISIMO!! Sin duda la mejor pasta que comí en Italia (Y vaya que probé muchas), es un lugar rústico donde te sirven la pasta en el mismo sartén en que te la preparan. Si van a Roma no dejen de pasar por ahí, totalmente recomendado. Ah! y no sean como nosotras y ustedes si reserven, es un lugar que por lo general siempre está lleno por lo que la reservación no está de más.

Además de Trastevere, también hay varias plazas en donde hay muchos Restaurantes  y terrazas donde se come muy a gusto como la Plaza España o la Plaza Navona, esta última fue una de mis favoritas por lo pintoresca y el ambiente de la misma.

Eso es algo de lo padre de Roma, la puedes recorrer prácticamente caminando ya que todo está relativamente cerca, y, aprovechando el tema, tengo que confesarles que me sorprendió saber que Tijuana tiene más habitantes que Roma (sin turistas, claro) pero en realidad es una ciudad pequeña.

Otra actividad que hicimos fue un tour en bicicleta que tomamos con Rome’s Ultimate Free Walks. Fueron 40 kilómetros y 4 horas en bicicleta alrededor de la ciudad en las que hacíamos paradas en lugares emblemáticos y el guía nos explicaba un poquito de lo que estábamos viendo. Lo mejor de este recorrido fue que nos llevaron a lugares que no son turísticos, en el grupo en el que íbamos éramos 6 personas (incluyendo a los 2 guías) y aunque empezamos en el Coliseo, supe que no sería algo muy convencional cuando nos vimos esquivando turistas y se me salió la cadena de la bici… jajaja afortunadamente me ayudaron a colocarla de nuevo y pude continuar sin algún otro contra tiempo, estuvo muy padre y totalmente recomendada sobre todo si les gustan las actividades al aire libre.

En cuanto al transporte les digo que no tomé el turibús, pero creo que igual podría valer la pena si no quieren caminar ya que el metro cuesta 1.50€ por cada viaje sencillo y en el camioncito te puedes subir y bajar las veces que quieras.

Para no extenderme demasiado (y dado que esto es un resumen), les digo que Roma vale mucho la visita, solo hay que escoger bien la temporada ya que si van en una temporada demasiado alta creo que pueden terminar odiando la ciudad, dicen que se pone imposible. En mi experiencia personal estuvo bastante bien (finales de mayo), el único momento donde sentí que había demasiada gente fue en la Fontana di Trevi, muy bonita pero vayan en la madrugada que es cuando dicen que esta solísimo y se puede disfrutar mejor.

Esto tendré que comprobarlo la próxima vez, cuando regrese, ya que ahora más que nunca creo que todo eso que dicen es verdad, y que tarde que temprano, todos los caminos conducen a Roma.